Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/03/14/00031300124110705468609.htm (tomado 21/03/11)
La telemedicina empieza a dar resultados en el tratamiento del VIH. Una experiencia piloto puesta en marcha por el Hospital Clínico de Barcelona ha demostrado la eficacia de las nuevas tecnologías aplicadas a la asistencia sanitaria de pacientes infectados con el VIH.
Unos 200 enfermos crónicos de sida han visto cómo ha mejorado su calidad de vida, gracias a un programa pionero en el mundo, denominado Hospital VIHrtual, que les permite ser atendidos desde casa o desde donde dispongan de conexión ADSL, como si fuera una consulta presencial. El proyecto, que atiende al enfermo desde el punto de vista médico, farmacéutico y psicológico, lleva cinco años en marcha y mejora la comunicación del paciente con el centro; optimiza la información sobre su propia enfermedad; y concilia el control sanitario con su actividad laboral o personal, al disminuir el tiempo y el coste invertido en desplazamientos y en espera de visitas o medicaciones.
El único requisito para someterse a un seguimiento a distancia, además de contar con una línea ADSL, es encontrarse estable desde el punto de vista del desarrollo de la enfermedad, asintomático y responder correctamente al tratamiento, como sucede en el 80 por ciento de los 4.000 que trata el hospital (en torno al 20% de los más de 20.000 casos que se calcula que hay en Cataluña). Según los responsable del programa, liderado por el director del servicio de enfermedades infecciosas del Clínic, Josep Maria Gatell, un mayor control de la infección ha favorecido que la mortalidad sea «prácticamente cero» y que «el 50 por ciento de los pacientes tengan más de 50 años».
Para los profesionales de la salud, el hospital virtual, desarrollado por un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid, ha supuesto también una optimización del tiempo y del espacio invertido en las consultas. La duración de cada una se ha reducido de 20 a 10 minutos, permitiendo realizar el doble de atenciones.
Además, el programa permite una comunicación rápida y directa entre el paciente y el especialista, sin intermediarios, a través de correo electrónico, sin que esto conlleve efectos negativos en el control clínico ni en la adherencia a la terapia antirretroviral.
Se trata, pues, del primer trabajo en el mundo que valida un proyecto de telemedicina, que permite realizar todo el proceso de cuidado del paciente estable infectado por VIH, de forma global a través de Internet.
Según los responsables del programa, cuyos resultados publica la revista 'Plos Medicine', el enfermo de VIH estable de hoy es un paciente con una calidad de vida normal, tanto en el ámbito social como en el laboral. Desplazarse continuamente al centro hospitalario supone para el paciente una elevada inversión en tiempo y dinero. Por ello, el sistema virtual facilita que el paciente vaya al centro sólo para la extracción analítica, y para la visita con el médico, tres o cuatro veces al año, por las seis u ocho del sistema presencial. Muchos enfermos crónicos de sida viajan asiduamente por motivos laborales, y con esta herramienta pueden seguir su tratamiento sin alterar su rutina.
«Este sistema, con variaciones, podría servir como modelo para el control de enfermos crónicos estables de otras patologías», señalaron desde el Clínic.
La telemedicina empieza a dar resultados en el tratamiento del VIH. Una experiencia piloto puesta en marcha por el Hospital Clínico de Barcelona ha demostrado la eficacia de las nuevas tecnologías aplicadas a la asistencia sanitaria de pacientes infectados con el VIH.
Unos 200 enfermos crónicos de sida han visto cómo ha mejorado su calidad de vida, gracias a un programa pionero en el mundo, denominado Hospital VIHrtual, que les permite ser atendidos desde casa o desde donde dispongan de conexión ADSL, como si fuera una consulta presencial. El proyecto, que atiende al enfermo desde el punto de vista médico, farmacéutico y psicológico, lleva cinco años en marcha y mejora la comunicación del paciente con el centro; optimiza la información sobre su propia enfermedad; y concilia el control sanitario con su actividad laboral o personal, al disminuir el tiempo y el coste invertido en desplazamientos y en espera de visitas o medicaciones.
El único requisito para someterse a un seguimiento a distancia, además de contar con una línea ADSL, es encontrarse estable desde el punto de vista del desarrollo de la enfermedad, asintomático y responder correctamente al tratamiento, como sucede en el 80 por ciento de los 4.000 que trata el hospital (en torno al 20% de los más de 20.000 casos que se calcula que hay en Cataluña). Según los responsable del programa, liderado por el director del servicio de enfermedades infecciosas del Clínic, Josep Maria Gatell, un mayor control de la infección ha favorecido que la mortalidad sea «prácticamente cero» y que «el 50 por ciento de los pacientes tengan más de 50 años».
Para los profesionales de la salud, el hospital virtual, desarrollado por un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid, ha supuesto también una optimización del tiempo y del espacio invertido en las consultas. La duración de cada una se ha reducido de 20 a 10 minutos, permitiendo realizar el doble de atenciones.
Además, el programa permite una comunicación rápida y directa entre el paciente y el especialista, sin intermediarios, a través de correo electrónico, sin que esto conlleve efectos negativos en el control clínico ni en la adherencia a la terapia antirretroviral.
Se trata, pues, del primer trabajo en el mundo que valida un proyecto de telemedicina, que permite realizar todo el proceso de cuidado del paciente estable infectado por VIH, de forma global a través de Internet.
Según los responsables del programa, cuyos resultados publica la revista 'Plos Medicine', el enfermo de VIH estable de hoy es un paciente con una calidad de vida normal, tanto en el ámbito social como en el laboral. Desplazarse continuamente al centro hospitalario supone para el paciente una elevada inversión en tiempo y dinero. Por ello, el sistema virtual facilita que el paciente vaya al centro sólo para la extracción analítica, y para la visita con el médico, tres o cuatro veces al año, por las seis u ocho del sistema presencial. Muchos enfermos crónicos de sida viajan asiduamente por motivos laborales, y con esta herramienta pueden seguir su tratamiento sin alterar su rutina.
«Este sistema, con variaciones, podría servir como modelo para el control de enfermos crónicos estables de otras patologías», señalaron desde el Clínic.
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